Los viajes a gran escala serán los últimos en volver tras la pandemia del coronavirus, mientras que el turismo nacional se convertirá en el primer sector que muestre signos de recuperación. Con la relajación progresiva de las restricciones de la cuarentena y el distanciamiento físico en todo el mundo, el turismo nacional adquirirá un papel fundamental en la reconstrucción económica. Además, actuará como indicador de la salud y de la seguridad de los distintos países.
Sin embargo, esta vuelta a la normalidad no evolucionará igual en cada rincón del mundo, por lo que el turismo nacional se recuperará de forma irregular. La economía de algunos países se reactivará rápidamente, mientras que otras quedarán afectadas durante más tiempo.
Lo más probable es que las tendencias, motivaciones y preferencias turísticas se vean afectadas, quizá para siempre.
Para los propietarios de establecimientos situados en zonas con restricciones menos estrictas, el plan es sencillo: atraer como puedan al mayor número de turistas nacionales posible. Algunos países como Australia y Nueva Zelanda, que consiguieron frenar la propagación del virus, podrían disfrutar de una recuperación más rápida, ya que muchos viajeros están ya deseando disfrutar de unas vacaciones. De hecho, los países vecinos están ultimando acuerdos que permitirán a los viajeros moverse con mayor libertad.
Este artículo te ayudará a entender mejor los viajes nacionales y las estrategias que puedes utilizar para aumentar las reservas procedentes de este mercado ahora que el mundo se prepara para la nueva normalidad.
Índice
Un viaje se considera nacional cuando la salida y la llegada se producen en el mismo país. En esta categoría, se puede incluir cualquier tipo de viaje: de ocio, de negocios o incluso por cuestiones médicas.
Los viajes nacionales se pueden hacer a través de cualquier medio de transporte, siempre y cuando la salida y llegada sea en el mismo país.
Obviamente, a los hoteleros les interesan los viajes que propicien estancias de al menos una noche, pero no siempre es así con los viajes nacionales.
El turismo nacional es prácticamente sinónimo de los viajes nacionales, pero solo se tienen en cuenta los desplazamientos por motivos de ocio. Un ejemplo serían los viajes en pareja, en familia, las escapadas de fin de semana o las excursiones.
Este será un mercado importante para la recuperación de la mayoría de los establecimientos tras la COVID-19. Los países que tradicionalmente han disfrutado de un gran volumen de turismo nacional, como Estados Unidos, Francia o Alemania, dependerán más que nunca de este tipo de desplazamientos para recuperarse.
Los viajes locales o regionales se pueden interpretar de dos maneras.
La primera incluiría a quienes exploran su entorno más cercano para visitar lugares a poca distancia de su domicilio y conectar con la cultura local. Es una forma de viajar casi sin salir de casa.
La segunda implicaría definirlos como una experiencia en la que los viajeros descubren de primera mano la cultura local del destino que visitan. Esto se aplicaría a quienes buscan explorar el estilo de vida de los lugareños mientras disfrutan de sus vacaciones.
Los viajes interprovinciales se producen cuando un viajero parte de una provincia, pero termina en otra. Al igual que ocurre con los viajes nacionales, es posible que haya un motivo para su desplazamiento más allá del ocio. El objetivo del viaje determinará la duración de la estancia.
Los viajes en familia suelen durar una semana o más, mientras que los viajes de negocios son menos predecibles. En estos casos, los huéspedes pueden llegar y marcharse el mismo día o disfrutar de una estancia más larga, dependiendo del propósito del viaje.
El sector hotelero deposita sus esperanzas en los viajes nacionales, al menos a corto plazo. Independientemente del éxito de cada país para combatir la COVID-19, es muy probable que los viajes internacionales no despeguen durante un tiempo. Si los pequeños establecimientos quieren sobrevivir, tendrán que buscar ingresos y reservas en el mercado nacional, por lo menos a corto plazo.
Este escenario plantea varias preguntas para las que todavía no hay una respuesta definitiva:
Para responder a estas preguntas, necesitarás tener acceso a datos actualizados y a las herramientas adecuadas.
Como hemos mencionado anteriormente, la situación variará entre países. Los gobiernos están prestando su ayuda de diversas formas, las restricciones fluctúan de unas semanas a otras y el estado de ánimo de los viajeros se ha visto muy afectado por la situación sanitaria de sus respectivos países. Pero hay un punto común: independientemente de lo cerca de la recuperación que se encuentre cada mercado, todos los pequeños establecimientos deben prepararse para afrontar el cambio.
Es de vital importancia que los pequeños alojamientos:
Tendrán que ser creativos y flexibles con sus ofertas ya que su éxito puede depender del tipo de experiencia que presenten a los huéspedes, que buscarán huir del estrés vivido durante la cuarentena.
Debido a las preocupaciones en torno a los precios y la seguridad de los vuelos, los viajeros buscarán modos de transporte alternativos, haciendo, por ejemplo, más viajes por carretera.
La planificación y la capacidad de adaptación son factores que influirán a la hora de atraer huéspedes nacionales tras el coronavirus.
Además, para algunos viajeros, la ubicación y sus experiencias pasadas serán un aspecto decisivo.
Muchos buscarán paquetes con servicios de salud y bienestar que les permitan relajarse tras haber vivido un periodo estresante. Gran parte de los alojamientos que pueden ofrecer este tipo de servicios se encuentran en zonas rurales, fuera de las ciudades principales, pero los establecimientos urbanos también deben considerar este tipo de experiencia; por ejemplo, sesiones de yoga o meditación u otras actividades similares.
Otros querrán viajar para divertirse y recuperar el tiempo y las experiencias que se perdieron durante la cuarentena.
Además, habrá que tener en cuenta a un tercer grupo compuesto por quienes se hayan visto afectados por el virus, ya que contarán con un presupuesto limitado para viajar.
Piensa en los motivos por los que los viajeros suelen visitar tu zona y adapta tu oferta para atraerlos a tu alojamiento.
Ten en cuenta:
Si piensas en los viajeros que se desplazan a tu zona para disfrutar de sus vacaciones y los huéspedes nacionales a los que has alojado en el pasado, verás que muchas de sus preferencias serán similares, solo que esta vez sus necesidades serán algo mayores.
Normalmente, los huéspedes que viajan por placer tienen en cuenta:
Los precios
En general, el turista busca la mejor oferta para su estancia. Las familias en particular se centran en encontrar la mejor relación calidad-precio. Tras la pandemia del coronavirus, este aspecto cobrará una importancia aún mayor. Querrán obtener la mejor experiencia posible por el dinero que han invertido y disfrutar de todo lo que se han estado perdiendo durante el confinamiento, como los servicios del hotel, los restaurantes y los lugares de interés.
La importancia de la reputación
En un contexto tan nuevo para todos como el actual, las opiniones sobre tu establecimiento pueden adoptar un enfoque diferente. Los posibles huéspedes prestarán atención a los comentarios sobre la limpieza, la higiene y los estándares sanitarios del personal. Las estrictas medidas higiénicas han demostrado ser muy eficaces a la hora de reducir los riesgos de infección, por lo que los huéspedes no querrán correr ningún riesgo.
Los paquetes vacacionales
Los viajeros siempre buscan maneras de mejorar su experiencia y los paquetes son una forma de ofrecer valor añadido. ¿Qué les atraerá después de la crisis del coronavirus? Puedes ofrecer cenas privadas, franjas horarias especiales para el uso exclusivo de algunos servicios, mejoras en los servicios automatizados, como el de habitaciones, o una limpieza más frecuente.
Las instalaciones
Las piscinas, las opciones de entretenimiento nocturno y las zonas vigiladas para niños resultarán todavía más atractivas, particularmente para las familias. Es muy probable que la preocupación sobre el uso de los espacios públicos se mantenga, así que los viajeros estarán encantados de poder relajarse y disfrutar todo lo posible de sus vacaciones, especialmente quienes se desplacen con niños y personas mayores.
Para que tu alojamiento prospere, es importante entender las necesidades y los deseos de los huéspedes. Asegúrate de aplicar todas las medidas de distanciamiento físico e higiénicas correspondientes.
El «revenue management» siempre ha sido importante, pero su relevancia ha aumentado considerablemente en los últimos años. Es una práctica en constante evolución que deberá seguir cambiando para adaptarse a los tiempos. Los gestores del alojamiento ahora deberán convertirse también en gestores de datos, capaces de analizar la información para decidir en qué centrarse. La intuición es una herramienta valiosa, especialmente porque nadie puede predecir con exactitud lo que va a pasar, pero los datos no mienten y deberían ser la base de la toma de decisiones.
Es importante saber identificar los datos más útiles y qué herramientas de inteligencia utilizar para llevar un seguimiento de la recuperación en tu zona. Estar al corriente de lo que hacen otros alojamientos también será esencial en este periodo de cambios. Aunque los viajes nacionales seguramente muestren estadísticas difíciles de respaldar históricamente, los datos en tiempo real son de vital importancia para saber cuál es la situación y poder reaccionar. En este sentido, el seguimiento de los datos debería ser un proceso constante.
Es el momento de trabajar duro para encontrar soluciones creativas y buscar oportunidades más allá de los enfoques tradicionales. Los viajeros tendrán un amplio abanico de opciones entre las que elegir, así que es fundamental que consigas destacar entre la competencia.
Factores a tener en cuenta:
Si nos centramos en qué público es más probable que impulse la demanda, todos los indicios apuntan a los «baby boomers» (mayores de 60 años).
La gente hace viajes cortos en territorio nacional por muchas razones. Las escapadas de fin de semana son muy populares, pero también son habituales los desplazamientos por motivos familiares, de salud o laborales.
No te olvides de los viajes de negocios de pocos días. Se verán reducidos a corto plazo pero su grado de recuperación dependerá mucho del sector.
Hasta ahora, las preocupaciones relacionadas con los viajes de negocios se centraban en los siguientes aspectos:
La ubicación
Lo ideal para los viajes de negocios es estar cerca del lugar en el que se celebre el evento o la conferencia a la que se va a asistir, o bien de la zona que se va a visitar. Los huéspedes no querrán perder tiempo yendo y viniendo. Esto cobrará una importancia todavía mayor si los viajeros de negocios utilizan medios de transporte alternativos debido al alto riesgo y coste asociados con los vuelos.
La conexión a internet
Los que viajan por trabajo quieren seguir conectados con sus clientes y compañeros durante su estancia y requieren acceso constante a archivos y correos importantes. Es imprescindible contar con una conexión a internet rápida y fiable.
Un programa de fidelización
Muchos viajeros de negocios se alojarán en los mismos lugares en cada viaje; buscarán tarifas preferentes y la garantía de que podrán disfrutar de un servicio cómodo y fiable. Estos estándares de calidad serán aún más exigentes tras la crisis del coronavirus.
Los servicios
El que viaja por trabajo necesita prepararse para su jornada laboral. Disponer del servicio de desayuno, una cafetera o una plancha y una tabla de planchar es esencial. También es importante que cuenten con un escritorio en su habitación o en otro lugar del establecimiento, una plaza de aparcamiento o un servicio de taxis, entre otras comodidades. Los alojamientos se enfrentan a un gran reto, ya que deben garantizar todo esto adaptándose al mismo tiempo a las complicaciones que presenta la COVID-19.
Entender los tipos de viajes que se realizaban hasta ahora y cómo cambiarán durante el periodo de recuperación económica es muy útil para que los propietarios de pequeños negocios puedan identificar los mercados más prometedores.
Una opción que puede resultar muy popular son las «vacaciones sin moverse de casa». En este tipo de viajes, los huéspedes se toman un descanso del ajetreo del día a día para descubrir su propio entorno.
Suelen ser estancias cortas, prácticas y económicas. La necesidad de encontrar el equilibrio entre las responsabilidades profesionales y personales hace que cada vez sea más difícil que el consumidor medio se embarque en la aventura de sus sueños. Por eso, un viaje corto en coche o incluso una estancia en la propia ciudad de residencia durante el fin de semana pueden convertirse en una gran alternativa para quienes andan escasos de tiempo.
Los viajes internacionales apenas son posibles en estos momentos. Por eso, en su lugar, la gente puede optar por hacer varios desplazamientos más cortos cerca de casa para desconectar. Esto también permite descubrir los tesoros ocultos de destinos más pequeños.
Algunos factores a tener en cuenta:
Tras la pandemia, los viajes nacionales se irán recuperando poco a poco y es posible que pronto empiecen a repuntar otros tipos de desplazamientos como:
Tendrás que analizar qué grupos pueden visitar tu zona y adaptar tu estrategia de promoción en consecuencia.
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